Moléculas Malucas recupera un texto clave de Jorge Gumier Maier publicado en la revista gay Diferentes en diciembre de 1984. "Del 'souvenir' al devenir" volcó al papel, por primera vez en la Argentina, la historia del Frente de Liberación Homosexual. A la vez, incorporó las voces de tres de sus integrantes en un diálogo picante con Gumier. Mariano López Seoane introduce el texto con una breve reflexión sobre su significado para la historia del activismo marica como para la historia de las ideas.
Por Mariano López Seoane*
Tironeada entre sus ínfulas de detectiva y su pasión por el chisme, no hay historiadora que pueda resistirse a la resolución de un misterio. Y uno de los misterios recurrentes de la historia cultural es sin duda el de las formas concretas que asume la transmisión: ¿cómo es que determinadas convicciones, saberes, ademanes, tonos y tics pasan de un grupo a otro, de un individuo arrojado a sus herederas, de una conspiración de ancianas a sus continuadoras nóveles? Innumerables son las ocasiones en que esa pregunta no puede responderse. Toda transferencia tiene, después de todo, un costado mágico, caprichoso, inexplicable. Se produce en contactos fugaces que por múltiples razones no llegan a ser registrados. En intercambios epistolares destruidos bajo el asedio de la represión. En lecciones orales que parpadean imperceptibles en el pozo negro de una amnesia colectiva. El texto que presentamos aquí, con algunas imágenes de archivo que no acompañaban la publicación original, ofrece uno de esos raros ejemplos de transmisión a plena vista: militantes del disuelto Frente de Liberación Homosexual (FLH) conversan con Jorge Gumier Maier sobre los trabajos y el legado del Frente, y Gumier publica sus notas sobre el encuentro en diciembre de 1984 en Diferentes, la primera revista decididamente homoerótica de la post-dictadura. El gesto es inmenso: esa historia hasta el momento oral, que ha adquirido visos míticos como el propio Gumier señala, pasa al papel y a partir de allí puede iniciar su reproducción ampliada en la Argentina [1]. En este punto hará causa común con la “Historia del Frente de Liberación Homosexual” de Perlongher, cuando Zelmar Acevedo la publique en su libro Homosexualidad: hacia la destrucción de los mitos en 1985.
Primera transcripción letrada de lo que hasta el momento contaban el chisme y el rumor, entonces. No exenta de problemas, por cierto. Esta historia que presenta Gumier desconoce antecedentes, omite movidas, sintetiza en exceso. No importa. Las transcripciones son así. Pregúntenle si no a Charles Perrault, o a los hermanos Grimm, a quienes Gumier les hace un guiño cómplice al mentar a nuestra Bella Durmiente criolla: Deolinda Correa, la Difunta. En detalles como esos devela que se toma en serio su tarea de transmisor. Y de invocador de fantasmas.
La historia del FLH que cuenta Gumier en Diferentes es la que le cuentan bajo seudónimos sus entrevistados, entre los que se cuentan Marcelo Benítez y Fuad Zahra, ambos integrantes del Grupo Eros [2]. Quienes conocen el derrotero posterior del personaje saben que no podía ser de otra manera. Es ésa la línea del FLH que más se ajusta a lo que Gumier está comenzando a hacer en Buenos Aires, y sobre todo a lo que hará. Recordemos que ya desde 1983 forma parte del grupo 10 de Septiembre, luego Grupo de Acción Gay (GAG), y que años más tarde comandará la galería de arte del Centro Cultural Ricardo Rojas.
Son muchas las investigadoras, las ensayistas y las audaces que han identificado el hilo dorado que une esas zonas erógenas del Frente con lo que va a proponer el GAG. Gumier destaca algunas a lo largo de este texto: la preocupación por la emancipación de la mujer, la pedagogía cívica constante frente a los posibles abusos de la policía, el interés por la situación de los presos y por las condiciones del trabajo sexual, las campañas por la derogación de los edictos policiales, etc., coincidencias que pueden comprobarse rápidamente revoleando los ojos en espejo por los números de SOMOS y de SODOMA. Y que Gumier ya spoilea desde el título de la entrevista, al proponer una suerte de Bildungsroman desde el recuerdo de las luchas pasadas (el “souvenir”) a la política del deseo en clave deleuziana que va a ser defendida a arañazos por la Perlongher y por ella misma (el “devenir”).
Los ecos del FLH en el Rojas son menos audibles, pero las tercas los seguimos oyendo. En la continuidad del elenco de locas, claro está, que del GAG pasan a exponer en ese ilustre pasillo: la Gumier, la Pombo, la Londaibere. En la celebración de lo marica, en esos artistas y en otros que cultivan un arte amanerado en clave menor. En detalles como la canastita de costura que borda Feliciano Centurión, idéntica a la que Juan Carlos Vidal pone en la tapa del número 2 de la revista SOMOS… ¿Estará la mano de Gumier detrás de esta coincidencia feliz? No tenemos pruebas. Tampoco dudas.
Por todo esto, “Del souvenir al devenir” es un documento precioso, una joya. Una pieza clave en la tarea interminable, e incesante, de trazar el árbol de familia del FLH, comenzando por sus antecedentes y precursores, y continuando por sus múltiples retoños, vibraciones, efectos. No lo es entonces tanto por lo que nos dice sobre el Frente en sí – todo lo que cuenta ya lo hemos leído, incluso en esta misma plataforma, gracias al trabajo sesudo de investigadoras y activistas – sino por lo que revela de su impacto. Vemos en este texto, detenido como en ámbar, el momento en que eso que se ha hecho en los años 70 sacude el despertar democrático de los ochentas. Y entendemos el rol decisivo de este encuentro generacional, entre maricas rebeldes con nombres propios que conviene comenzar a recordar. Un encuentro del que esta conversación es apenas una muestra. Porque como se dice casi al pasar en el texto, por lo menos cuatro veteranas del Frente (Marcelo Benítez, Fuad Zahra, Alejandro Jockl y Zelmar Acevedo) [3] participan de “distintos grupos gays de Buenos Aires”. Como suele suceder, las correas de transmisión son múltiples. Si Gumier pone a funcionar una correa en esta entrevista, que para muchas lectoras representará un primer acercamiento a la actividad del Frente, y en su incansable actividad en los años ochenta y en los noventas, los cuatro miembros del FLH harán lo propio gracias a su participación en la hoy mítica Coordinadora de Grupos Gay, que a partir de diciembre de 1983 reunió grupos autónomos como Oscar Wilde, Contacto, Nosotros, Varones antimachistas, el GAG y el Grupo Federativo Gay. Esa coexistencia horizontal en dulce montón será otra de las marcas indelebles que el FLH le deja a la política marica: la reacción alérgica contra toda forma de organización verticalista y la impugnación casi instintiva del concepto iluminista de “dirección”.
Párrafo aparte, final, merece la pluma de Gumier. Que fatigará en esa misma década las páginas de El Porteño (1982-1993) y de Cerdos & Peces (1984-1998). Y que años más tarde compondrá los que acaso sean los textos más lúcidos y combativos que un curador argentino contemporáneo haya escrito jamás. Una pluma que aquí se limita a enmarcar con atrevidos títulos y subtítulos las voces de las locas que cuentan la historia. Y a pimentarlas haciendo uso de su propia lengua, juguetona como los firuletes de sus cuadros, e inclinada siempre hacia lo femenino. Brillan en este sentido tres símiles distantes, todos volcados hacia modos sacrificiales de ser mujer: la Difunta semidesnuda (leyenda del folklore rural), la Rebeca de Hitchcock (heroína de la cultura de masas), las niñas de Ayohuma (víctimas extraviadas de nuestra historia, tal como nos la cuentan en la escuela primaria). Qué delicada esta inclinación. Que es un devenir: el de Gumier iluminando lo femenino como un horizonte sensible de cuidados. En el que aprende, antes que nada, a ser el guardián tierno que su propia historia demanda.
* Docente, investigador, traductor y crítico. Dirige la Maestría en Estudios y Políticas de Género de UNTREF.
Notas al pie
[1] Ya habían aparecido breves historias del FLH en Italia y en Brasil antes de la aparición de esta nota en Diferentes.
[2] Benítez es quien le permite a Gumier acceder de primera mano a los números impresos de la revista SOMOS, en ese entonces prácticamente inhallable. Este y otros datos certeros sobre quiénes, cómo y dónde me fueron proporcionados por Juan Queiroz, archivista insaciable del detalle configurador, indispensable para reconstruir momentos de transmisión como el que escenifica el artículo.
[3] Los tres primeros eran parte del Grupo Eros. Acevedo, por su parte, militaba en el Grupo Alborada.
F.L.H
Entre el “souvenir” y el devenir
Por Jorge Gumier Maier
Revista Diferentes
Año 1. Nro. 6
Diciembre de 1984
A casi nueve años de su disolución, el Frente de Liberación Homosexual de Argentina sigue gozando de una vida fantástica, como esos seres de nuestro campo que cada tanto aparecen y actúan, envueltos en su misterio cual semidesnuda Deolinda Correa.
Algunos que habían estado vinculados al Frente, y otros que sólo los conocían por su leyenda, pintaban sus siglas en las paredes porteñas durante la dictadura. Incluso ciertas revistas siguen cada tanto mencionando al Frente como de existencia actual. Suerte de Rebeca (la inolvidable), quisimos conocer los secretos de su fascinación. Juntamos materiales, leímos la colección completa de su órgano SOMOS y charlamos con algunos ex miembros, hoy militantes de distintos grupos gays de Buenos Aires.
LA MITOLÓGICA FUNDACIÓN
En 1971 algunos intelectuales porteños se reúnen en una casa y fundan el F.L.H. Los aires liberacionistas que desde hacía un tiempo venían recorriendo la Argentina con sus luchas obreras y estudiantiles; y el resurgir de los movimientos de liberación gay en U.S.A. y Europa, principalmente, alentaban esta empresa. Por primera vez entre nosotros se daba tal posibilidad tanto por las condiciones políticas como por la creciente conciencia de su opresión en algunos sectores gays. Y desde que sus derechos sólo podrían ser conseguidos por su misma lucha, sin esperar que algún bienintencionado, sea de las esfera que sea, los otorgase generosa y afablemente… Este grupo de intelectuales, se planteaba como dirección centralizada del Frente, pero en 1972 una generación más nueva se incorpora al mismo. En su mayoría estudiantes de Filosofía y Letras, que venía siendo un centro de gran debate. Nuevas ideas a partir del Mayo Francés (1968) permitieron rever los conceptos tradicionales de cambio y sociedad, de lucha y dirección; la aparición de nuevos sectores que luchaban por sus reclamos: las mujeres, los negros en U.S.A., los homosexuales, fueron creando formas nuevas y más democráticas de organización. Estos estudiantes antiautoritarios planteaban salir a la calle, volantear, llevar el debate al conjunto de la sociedad, mientras la dirección se inclinaba por una actividad de tipo más “interna”. La idea de dirección es autoritaria, es una idea machista y patriarcal sostenían, y está por lo tanto en contradicción con la liberación de los homosexuales. El movimiento gay, en lucha contra la opresión machista, no puede utilizar la misma herramienta que el enemigo, se desvirtuaría. La dirección no acepta ese planteo y se disuelve como tal, pasando a conformar muchos de sus integrantes el grupo de profesionales del Frente. El de estudiantes, a su vez, pasa a ser el grupo EROS, uno de los de mayor actuación. El F.L.H. queda entonces constituido como organización confederada de grupos totalmente autónomos y heterogéneos (había anarquistas, un grupo de homosexuales católicos, etc.), sin ninguna instancia de dirección o control burocrático que pretendiese imponer al conjunto el pensamiento o accionar de un sector determinado.
CUANDO LOS GAYS VIENEN MARCHANDO
El 25 de Mayo de 1973 una dictadura dejaba la Casa Rosada a un gobierno elegido democráticamente y que concitaba, en el momento aquél, las expectativas de liberación de grandes sectores de la población. Una columna del F.L.H., en la primera aparición pública en nuestra historia de un nucleamiento de gays, marcha desde Retiro hasta llegar a Plaza de Mayo, donde se acomoda en las cercanías del Banco Hipotecario. Se incomodan un poco los de las cercanías; y se temían, claro, algunas reacciones “mata-putos”, pero los chicos y chicas del Frente resaltan en todo momento su participación en las luchas populares y la gente, oscilando entre el desconcierto y el halago, los acepta. Y espontáneamente, mientras el tío estaba aún en el Congreso, un debate sobre sexualidad y las ideas de salud y enfermedad surge entre sobrinos y primos lejanos. La revista 2001 No. 61, de agosto de ese año, les dedica tres páginas, destacando, en sus fotos, los dos carteles que portaban el Frente: VIVIR Y AMAR LIBREMENTE EN UN PAÍS LIBERADO y PARA QUE REINE EN EL PUEBLO EL AMOR Y LA IGUALDAD – LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS. También reproduce parcialmente el volante que en aquella ocasión distribuyeron: “La liberación sexual es un aspecto inseparable de esta lucha, en la medida que la mutilación del erotismo y las posibilidades de amor y comunicación en todos los niveles, es el primer paso para convertir a los seres humanos en autómatas ciegos y obedientes que hagan lo que el patrón y la policía les ordenen. El machismo, en virtud del cual agreden a los homosexuales e inferiorizan a las mujeres, no es sino una reproducción del autoritarismo que usa una minoría privilegiada para dominar a toda la población”.
Julio, ex miembro del Frente y ahora militante de un grupo gay dice: “El 20 de Junio también fuimos a Ezeiza (llegaba el general Perón, y fue la movilización más numerosa de nuestra historia). La recepción de la gente, a pesar de cierta desconfianza y asombro inicial, fue muy solidaria. Bueno, ya sabemos cómo terminó ese día en Ezeiza, pero hace relativamente poco, de fuentes seguras supimos que en la intención de los represores estaba liquidar la columna del F.L.H. Un capo habría dado la orden: ‘a esos también hay que bajarlos’…, luego las cosas fueron realmente confusas, y no nos pasó nada. Eso lo supimos hace poco, y queda más claro por qué tres días después del 20 hubo razzias gigantescas en todos los boliches “de ambiente”…
AMIGAS, CONOCIDOS Y CUCOS
El F.L.H., a pesar de las condiciones adversas por lo arraigado de los prejuicios homófobos en gran parte de la sociedad, desarrolló una actividad muy superior a lo que sus fuerzas permitirían suponer. Tal vez esto explique en parte ese halo nostálgico que aún hoy lo envuelve, firme y borroneado, como a esas Niñas de Ayohuma en nuestras páginas históricas. Con niñas distintas, con la U.F.A. (Unión Feminista Argentina), el M.L.F. (Movimiento de Liberación Femenina) y algunos varones heterosexuales progresistas el F.L.H. forma el Grupo de Política Sexual. Esta coordinadora intentó avanzar en la reflexión y el esclarecimiento de la cuestión sexual en nuestra sociedad. Desarrolló charlas-debates, realizó volanteadas por reivindicaciones comunes y específicas, llevó a cabo campañas como la oposición a la ley de anticonceptivos, o sea otra, eterna, por la derogación de los edictos policiales, inconstitucionalmente vivitos y coleando espléndidamente.
Sin embargo “los medios masivos nunca se hicieron eco, en general, de nuestras actividades, eso conspiró contra la intención de crear un gran debate sobre la cuestión sexual, sobre nuestra idea de liberación sexual…”, aclara Alberto.
Julio agrega: “Además, la convulsión política fue en aumento. Por un lado la izquierda nunca comprendió la necesidad de encarar lo sexual, como parte fundamental de cualquier proceso liberador; seguían y siguen teniendo, salvo escasísimas excepciones, la misma moral que la burguesía, solo que con un barniz casi snob, de cierta tolerancia, pero hasta por ahí nomás, porque sobran los ejemplos de discriminación en estas agrupaciones. Cuando la J.P. fue acusada de tener vinculaciones con nosotros, fijate cómo sería de profunda su comprensión que rápidamente salieron a desmentir todo y lanzaron la consigna “no somos putos, no somos faloperos…”, bueno, y por otra parte la derecha comenzó a atacar con todo, y a todos… El Caudillo llamó a colgarnos de la Plaza de Mayo, las razzias a boliches y las detenciones de gays iban en aumento, todo eso debilitó mucho al Frente, cundió la paranoia, mucha gente se fue alejando. Otros optaban por renunciar a toda acción pública y preservar sólo los contactos. Ya no pudimos sacar SOMOS en forma de revista sino de boletín y debíamos utilizar la dirección del National Gay Task Force, de U.S.A., para que la gente se comunicase con nosotros. Por último hubo un allanamiento a la casa que funcionaba un poco como sede, más otras cosas, y el Frente dejó de actuar inmediatamente antes del golpe”.
LA HERENCIA
El F.L.H. fue otra de las cosas sepultadas por los años de represión. Pero el que sigue habitando tantas memorias y fantasías, el dato de las pintadas anónimas que mencioné al comienzo, el que aún hoy gays de 20 ó 22 años pregunten si alguien sabe “dónde se reúne el Frente”, pero sobre todo el que desde hace más de dos años, algunos gays hayan comenzado a formar grupos, transitando ya por diversas experiencias, habla de su herencia. Como dice Alberto: “No se puede reflotar el Frente, pero está claro que aquello no fue algo inútil, como algunos lo quieren vender. El hecho que muchos ex miembros estén entre los que comenzaron la organización en esta nueva etapa, y la experiencia acumulada que hay, profundamente democrática, nos sirven mucho hoy”.
El pluralismo, el abandono de todo intento monopólico de representatividad, el debate libre y profundo creo que son las principales cosas a rescatar -dice otro ex F.L.H., Javier-. El Frente nunca tuvo UNA línea política, tratábamos de no pretender ese tipo de uniformidad que no se corresponde con la realidad de los distintos sectores gays. Podía ingresar cualquiera, incluso si era heterosexual, con tal que quisiese luchar por nuestra liberación. Cada grupo podía expresar y actuar lo que quisiese, sin tener que supeditarse a otros o algún acuerdo previo o estatuto. Todo esto permitió una gran riqueza en la reflexión.
Había grosso modo dos alas, una más radicalizada y otra reformista. Un gran debate era si el combate homosexual era autónomo o debía ir detrás de las luchas políticas. En aquella época se hablaba de socialismo como de una posibilidad cierta y no tan mediata; estaban los que decían que se debía luchar por ese cambio, nuestra liberación vendría un poco a colación, es lo de siempre, no movilizar a la gente, sino colarse detrás de la corriente, caerles simpáticos y agradables, ellos luego concederán todo…, bueno esto nunca resultó, claro. Yo estaba con los que descubríamos una condición revolucionaria en sí a la homosexualidad, de hecho, se quiera o no, estamos contra el sistema patriarcal y autoritario, no podemos sostenerlo al ser gays. Nos basábamos mucho en Wilhelm Reich, en algunos aspectos de su obra al menos, entendíamos, queríamos hacer entender lo sexual como eminentemente político”. “El grupo EROS -cuenta Julio- lanzó hacia los finales del Frente su consigna: “NO HAY QUE LIBERAR SOLO A LOS HOMOSEXUALES, HAY QUE LIBERAR LO HOMOSEXUAL DE CADA PERSONA. Esta consigna sigue siendo la síntesis, te diría, de los teóricos actuales más importantes, como Guy Hocquenghem, Néstor Perlongher (que fue una de las figuras claves del Frente), Daniel Guerín, etc., bueno, esto asustó un poco a esos pocos que nos apoyaban y pensaban que la liberación sexual sólo era cuestión de homosexuales y de mujeres, nunca de ellos”, concluye.
“…VENÍ, CHARLEMOS”…
Otro debate importante giraba en torno a la identidad gay. “Aún entre nosotros funcionaban, y funcionan, los prejuicios, la ideología machista dominante, nos preguntábamos por ej. si la ‘marica’ era una enferma o era una verdadera revolucionaria…”, recuerda Javier.
“Todo ese debate, esa reflexión, es algo imprescindible para cualquiera que quiera comprender el por qué de su discriminación por la sociedad, sin esto no se puede instrumentar ninguna transformación. Si se quiere modificar los presupuestos ideológicos de la sociedad, hay que saber en qué se basan, y a la vez revisar los propios, si se quiere tener cierta eficacia. Aunque esta tarea se vio reducida a círculos pequeños por las condiciones del ‘proceso’, es otra de las herencias valiosas del Frente, y comienza a resurgir en algunos grupos y medios…, aunque todavía hay mucho desinterés por parte de ciertos militantes, no van a charlas, no leen publicaciones, no se discute”.
“En estos momentos, a diferencia del período anterior, hay un cambio que no hay que subestimar; la receptividad de la opinión pública es bastante mayor, la gente es menos negadora, tiene más interés por saber y conocer”, manifiesta Alberto.
“Las charlas que algunos grupos dieron en facultades, aquí en B.A. y en La Plata, batieron records de asistencia de público, duraron hasta 4 ó 5 horas, la gente no se iba y no hubo agresiones, sino todo lo contrario”, agrega Javier.
Julio ve algo notable en la juventud: “aceptan con mucha más naturalidad cuando se enteran de la condición gay de alguien, no entran en pánico. Incluso reconocen más abiertamente sus propias fantasías homosexuales, y hasta sus experiencias gays, sin la tremenda carga de culpa de años atrás, o de la gente de otra generación… no te olvides además, que nos ha llegado todo lo de la España post-Franco, y sobre todo la gran cantidad de gente que pudo viajar a Brasil, allí pudieron conocer las cosas más directamente, sin estar rodeadas de tanto misterio, estoy seguro que muchos volvieron pensando la sexualidad con mucha más naturalidad…”
Alberto piensa que “hoy hay condiciones mucho más favorables, no quiero decir que todo sea óptimo, además cuanto más actuamos, más van a aparecer las resistencias y oposiciones, pero igualmente hay aspectos favorables, y hay que aprovecharlos”.
¡SOMOS hermosos!...
…rezaba la portada de justamente SOMOS No. 3, el órgano “oficioso, no oficial” del F.L.H., según aclararon los entrevistados. Los distintos grupos del Frente se reunían democráticamente para elaborar y difundir esta publicación.
SOMOS saldría seis veces en formato revista y dos en forma de boletín informativo, debido a la represión, entre diciembre de 1973 y enero de 1976. “Había total libertad para cada grupo y compañero de publicar lo que quisiese y considerase oportuno. Nunca se pretendió que tuviese, al igual que para el frente, una única línea, sino más bien que representase el verdadero y variado pensamiento de los gays”.
“Lo contrario -nos dice Javier- hubiese significado limitar el público, establecer la democracia para unos y la prohibición de hablar para otros, en fin, repetir los mecanismos de quienes nos oprimen, lo que en definitiva desalienta la participación de la gente y la lucha pierde representatividad y efectividad”.
Los contenidos de los distintos números, muy variados, como se deriva de su carácter democrático, pueden seguir siendo motivo de envidia de cualquier publicación actual. Apareciendo desde notas sobre David Copperfield, Castilla del Pino y Daniel Guerín; amplios comentarios sobre la represión y asesinatos a gays en el Chile de Pinochet (esta noticia, divulgada por SOMOS, tuvo amplia repercusión internacional y colaboró para informar al exterior sobre la realidad de la dictadura chilena en materia de derechos humanos); una carta a la jerarquía eclesiástica, elaborada por el grupo de homosexuales católicos en base a documentos conciliares; frecuentes notas sobre emancipación de la mujer; más de una vez ‘cartilla de seguridad’ para instruir a los gays de cómo actuar en caso de detención por la policía; artículos sobre la situación de los presos y de la represión en general (hay una nota muy delirante sobre las amenazas de un ‘comando’ a los peluqueros de hombres, prohibiéndoles hacer rulos y cortes extravagantes a sus clientes); prostitución masculina; reseña de las charlas-debate sobre sexualidad y homosexualidad y, para el placer… poemas (Alejandra Pizarnik y otros muchos, no pocos de ellos excelentes).
Agradecimientos
Mariano López Seone agradece a Jorge Gumier Maier; Juan Queiroz, de Moléculas Malucas; Gian Paolo Minelli y Jorge Luis Giacosa.
AVISO SOBRE REPRODUCCIÓN
Los trabajos publicados en Moléculas Malucas, así como las imágenes que los acompañan, solo pueden reproducirse con nuestra previa autorización y la de sus autor*s, personas entrevistadas, titulares de derechos de autor, traductor*s o archivos que custodian los materiales reproducidos junto a los artículos. En caso de precisar mayor información pueden escribir a archivomoleculasmalucas@gmail.com
Cómo citar este trabajo:
"Entre el ‘souvenir’ y el devenir", de Jorge Gumier Maier.
Nota introductoria de Mariano López Seoane.
Moléculas Malucas, marzo de 2021.
https://www.moleculasmalucas.com/post/entre-el-souvenir-y-el-devenir-de-jorge-gumier-maier
"Entre el ‘souvenir’ y el devenir", fue publicado originalmente en la Revista Diferentes
Año 1. Nro. 6. Diciembre de 1984